Hace un tiempo, en una charla sobre Inteligencia Artificial (IA) que asistí, donde el foco era “todas las posibilidades y nuevos horizontes que tienen las IA”, una de las personas que daba la charla implantó una serie de preguntas que lograron hacer que repiense y replantee todo lo que había estado escuchando sobre lo maravilloso que era un mundo abierto a los beneficios de la IA.

Entre esos cuestionamientos estaba la incógnita de si realmente necesitamos IA o en realidad lo que necesitamos es mejorar los procesos: desarrollo, ideación, planificación, ejecución, etc.

De la mano de esta pregunta también se nos presenta la gran tarea como profesionales de asesorar a nuestros clientes y usuarios para entender cuál realmente es su necesidad.

La decisión de implementar IA en una empresa es un paso importante y estratégico, eso está más que claro, ya que nos ayudará a resolver muchos problemas de una manera más rápida y eficiente (en algunos casos). Pero, por otro lado y teniendo en cuenta lo planteado, también deberíamos empezar a analizar en detalle los procesos ya existentes y mejorarlos, ya que en algunos casos la implementación de IA es innecesaria y/o ineficiente y lo único que conlleva son más gastos y más trabajo de capacitación, y es ahí donde encontramos mayores problemas.

Una parte fundamental de esta reflexión es comprender la verdadera naturaleza de los desafíos a los que nos enfrentamos. A menudo, las empresas se sienten atraídas por la idea de la IA como una solución mágica que resolverá todos los problemas, pero es esencial realizar un análisis profundo de las necesidades y los obstáculos específicos a los que se enfrentan.

Por esta razón los invito a pensar en las siguientes preguntas:

  • ¿Cuáles son los objetivos comerciales y las metas de la empresa? ¿La implementación de la IA está alineada con estos objetivos, o es simplemente una tendencia actual?
  • ¿Dónde se encuentran los cuellos de botella en los procesos actuales? ¿Puede la IA abordar estos problemas de manera efectiva y eficiente?
  • ¿Contamos con los recursos adecuados, tanto en términos de personal capacitado como de infraestructura tecnológica, para implementar y mantener sistemas de IA?

Si le preguntamos a una IA sobre este tema nos dice lo siguiente:

“Es importante entender que la IA no es una solución única para todos los casos. Puede ser una herramienta poderosa en ciertos contextos, como la automatización de tareas repetitivas, el análisis de grandes volúmenes de datos o la toma de decisiones complejas basadas en datos. Sin embargo, no es la respuesta para cada situación.”

Quiero usar esta respuesta como puntapié para otra de las grandes frases que me quedó resonando, “Los datos son el oro del futuro”.

Vivimos en una era digital en constante evolución, donde la información se ha convertido en una de las materias primas más valiosas y transformadoras.

Hoy en día los datos son generadores de conocimiento, innovación y crecimiento. Nos sirven para entender a dónde están apuntando las tendencias, descubrir patrones y percepciones que impulsan la toma de decisiones.

Es por esto que grandes empresas como Google, Meta (ex Facebook) y/o Amazon se preocupan tanto en su recolección, porque estos, a su vez, son una fuente significativa de ingresos ya sea a través de publicidad dirigida, recomendaciones personalizadas, etc.

Pero el hecho de tener un gran volumen de datos no nos garantiza el éxito. Es sumamente importante saber filtrar estos datos, organizarlos y analizarlos. Para esto podemos volver a pensar en las IA para que nos ayuden, pero jamás debemos olvidar que los principales actores de toda esta ecuación somos nosotros como profesionales, que debemos imponer el criterio que hemos adquirido a través de la experiencia por sobre las herramientas de IA.

La Inteligencia Artificial nos ayudará a cambiar el mundo, a entender cómo evolucionamos y hacia dónde vamos pero siempre seremos los principales impulsores de estos avances como sociedad.

Gonzalo Godoy
Gonzalo Godoy

Software Engineer